“Hay inquietud en el sector cultural de la ciudad por la disminución de 21 mil millones de pesos en el presupuesto. Medellín debe defender y mantener el liderazgo que había alcanzado en esta materia”
En años recientes, Medellín ha hecho un gran trabajo en materia cultural que, sin duda, nos ha hecho más visibles en el concierto nacional.
Bien por la construcción y puesta en marcha de manera exitosa y ejemplificante de seis parques biblioteca, la realización del Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española y el Congreso Iberoamericano de Cultura, como por la posibilidad que tienen hoy miles de ciudadanos de acceder de forma gratuita a obras de teatro, conciertos y espectáculos artísticos, por cuenta del plan Salas Abiertas, o el ingreso libre a museos y parques.
Por eso generó desconcierto que en el presupuesto 2012, aprobado el año pasado, en el rubro de cultura haya 21 mil millones de pesos menos. Y más inquietante, cuando el secretario de Cultura de la administración pasada, Luis Miguel Úsuga, contaba hace pocos meses que el presupuesto para la cultura en Medellín era el más alto del país, incluso por encima del presupuesto del Ministerio de Cultura.
Luego de la sesión del Concejo donde se conoció este hecho, los líderes culturales de la ciudad han manifestado, y con razón, su preocupación por los efectos que esta reducción pueda tener en su agenda de 2012.
La explicación es que por petición de la Administración de Alonso Salazar se determinó bajar el presupuesto en cultura y generar recursos para otras áreas. En consecuencia, el presupuesto de Cultura quedó deficitario y sigue en veremos una propuesta urgente como la construcción del Centro de Eventos y Espectáculos.
Situaciones como esta, explican desde la Secretaría de Cultura, ocurren cada cuatro años, cuando la administración saliente deja un margen de trabajo y de reserva presupuestal.
Lo entendemos. Pero conviene que la comunidad esté enterada. Especialmente los colectivos que hacen posible la cultura y defienden y promueven sus manifestaciones. Así como los públicos que se preguntan por el comienzo de las actividades culturales habituales de Medellín, al término del segundo mes del año.
El asunto es transitorio. No obstante, la ejecución del primer semestre se verá afectada. Lo reconoció la secretaria de Cultura, María del Rosario Escobar, quien goza de la confianza de los representantes del sector.
Su nombre y experiencia, son sello de garantía. Y ese voto de confianza, en una administración joven es un poderoso activo que María del Rosario debe saber capitalizar.
Se necesita, entonces, un ejercicio de equilibrio presupuestal, que ponga la cultura en el lugar que se merece, con las asignaciones presupuestales que alejen a la Secretaría y a las entidades culturales de las angustias que suponen la falta de $21 mil millones.
Y se necesita, además, un ejercicio que le quite a la cultura, de una vez por todas, ese apelativo de Cenicienta que, por situaciones como la actual, en ocasiones hace carrera.
La cultura es identidad, es posibilidad de expresión, de desarrollo, de divertimento y de progreso. Una ciudad que avanza es también aquella que eleva sus indicadores culturales, aquella que les ofrece a sus habitantes múltiples posibilidades y puntos de encuentro a través de sus culturas.
Publicado el 26 de febrero de 2012
EL COLOMBIANO
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